Cuáles son las Técnicas para Lograr Cambios en tu Mundo - Neville Goddard


Esta entrada presenta información sobre la técnica que utilizaba Neville  Goddar para lograr cambios en su mundo. Todos lo podemos hacer Somos lo que imaginamos que somos. No es difícil de aplicar pero hay que hacerlo, desear hacerlo.

1. DEFINIR EL OBJETIVO.
2. ENTRAR EN ESTADO SOMNOLIENTO.
3. IMAGINAR (ORAR) LA ACCIÓN QUE DA POR CUMPLIDO TU DESEO.
4. IMAGINAR, SINTIENDO. Imaginar que lo estas haciendo, aquí y ahora, sintiendo.
5. ESTAR FELIZ Y AGRADECIDO con DIOS por el cumplimiento del deseo.





 
Un resumen en esta pagina.

https://nevilleenespanol.blogspot.com.co/2011/05/leccion-4-nadie-que-cambiar-sino-uno.html
Ahora me gustaría dedicar un poco de tiempo a aclarar en lo que pueda lo que yo personalmente hago cuando oro, lo que hago cuando quiero lograr cambios en mi mundo. Lo encontrarás interesante y descubrirás que funciona. Nadie aquí puede decirme que ellos no pueden hacerlo. Es verdaderamente tan simple que todos lo pueden hacer. Somos lo que imaginamos que somos. Esta técnica no es difícil de seguir, pero debes querer hacerla. No puedes abordarla con la actitud mental de “Oh, bueno, lo intentaré.” Debes querer hacerlo, porque el resorte principal de la acción es el deseo. El deseo es el resorte principal de toda acción. Ahora ¿qué quiero? Tengo que definir mi objetivo. Por ejemplo, supongamos que yo quisiera ahora estar en otra parte. En este mismo momento yo realmente deseo estar en otra parte. No hace falta cruzar la puerta, no necesito sentarme. No necesito hacer nada sino estar justo donde estoy y con los ojos cerrados asumir que en realidad estoy donde deseo estar. Entonces permanezco en ese estado hasta que tenga la sensación de realidad. Si yo ahora estuviera en otro lugar no podría ver el mundo como lo veo ahora desde aquí. El mundo cambia en su relación conmigo cuando yo cambio mi posición en el espacio. Así que estoy aquí mismo, cierro los ojos e imagino que estoy viendo lo que vería si yo estuviera allí. Sigo en ello el tiempo suficiente para sentir que es real. No puedo tocar las paredes de esta habitación desde aquí, pero cuando cierras los ojos y te quedas quieto puedes imaginar y sentir que las tocas. Tú puedes estar donde estás e imaginarte que estás poniendo tu mano en esa pared. Para probar que realmente lo estás, ponla ahí y deslízala hacia arriba y siente la madera. Puedes imaginar que estás haciéndolo sin dejar tu asiento. Puedes hacerlo y realmente lo sentirás si te quedas suficientemente quieto y es suficientemente intenso. Yo estoy donde estoy y permito al mundo que quiero ver y penetrar físicamente venir ante mí como si yo estuviera ahí ahora. En otras palabras, traigo ese otro lugar aquí asumiendo que estoy ahí. ¿Está claro? Lo dejo venir, no lo hago venir. Simplemente me imagino que estoy allí y entonces dejo que suceda. Si quiero una presencia física, me imagino que está aquí, y le toco. A todo lo largo de la Biblia encuentro estas sugestiones, “Él colocó sus manos sobre ellos. Él les tocó.” Si quieres aliviar a alguien, ¿cuál es el sentimiento automático? Poner la mano sobre él, no puedes evitarlo. Te encuentras con un amigo y la mano se va automáticamente, le das la mano o le pones la mano sobre el hombro. Supongamos que ahora te encontraras a un amigo que no has visto durante un año y es un amigo que aprecias mucho. ¿Qué harías? Lo abrazarías, ¿no? O pondrías tu mano sobre él. En tu imaginación tráele lo suficientemente cerca para poner tu mano sobre él y sentir que es sólidamente real. Restringe la acción sólo a eso. Te sorprenderá lo que sucede. A partir de entonces las cosas empiezan a moverse. Tu ser dimensionalmente más grande inspirará, en todos, las ideas y acciones necesarias para ponerte en contacto físico. Funciona de esa manera. Todos los días me pongo en el estado de somnolencia; es una cosa muy fácil de hacer. Pero el hábito es una cosa extraña en el mundo del hombre. No es una ley, pero el hábito actúa como si fuera la ley más irresistible del mundo. Somos criaturas de hábito. Si creas un intervalo cada día en el que te pones en el estado de somnolencia, por ejemplo a las 3 de la tarde, sabes que en ese momento todos los días te sentirás somnoliento. Inténtalo durante una semana y ve si no estoy en lo cierto. Te sientas con el fin de crear un estado próximo al sueño, como si estuvieras adormecido, pero no lleves la somnolencia demasiado lejos, sólo lo suficiente para relajarte y dejarte el control de la dirección de tus pensamientos. Inténtalo durante una semana, y cada día a esa hora, no importa lo que estés haciendo, difícilmente serás capaz de mantener los ojos abiertos. Si sabes la hora en que estarás libre puedes crearlo. Yo no te sugeriría que lo hagas a la ligera, ya que te sentirás muy, muy somnoliento y puedes no querer. Tengo otra manera de orar. En este caso siempre me siento y me pongo en el sillón más cómodo imaginable, o me acuesto de espaldas y me relajo completamente. Ponte cómodo. No debes estar en cualquier posición en que el cuerpo esté incómodo. Ponte siempre en una posición donde tengas la mayor comodidad. Esta es la primera etapa. Saber lo que quieres es el inicio de la oración. En segundo lugar construye en el ojo de tu mente un solo evento pequeño que implique que has realizado tu deseo. Siempre dejo a mi mente vagar sobre muchas cosas que podrían seguir a la oración contestada y aíslo una que es la que más probablemente siga al cumplimiento de mi deseo. Una pequeña cosa simple, algo así como estrechar una mano, abrazar a una persona, la recepción de una carta, la escritura de un cheque, o lo que sea que pueda implicar el cumplimiento de tu deseo. Después de haber decidido sobre la acción que implica que tu deseo se ha realizado, siéntate en tu silla cómoda o acuéstate boca arriba, cierra los ojos, por la sencilla razón de que ayuda a inducir ese estado que bordea el sueño. En el momento que sientas ese agradable estado somnoliento, o el sentimiento de unidad recogida, donde sientes: me podría mover si quisiera, pero no quiero, podría abrir los ojos si quisiera, pero no quiero. Cuando tengas esa sensación puedes estar bastante seguro de que estás en el perfecto estado para orar con éxito. En esta sensación es fácil tocar cualquier cosa en este mundo. Toma la simple pequeña acción restringida que implique el cumplimiento de tu oración y siéntela o represéntala. Sea lo que sea, entra en la acción como si fueras un actor en el papel. No te sientes detrás y te visualices haciéndolo. Házlo. Con el cuerpo inmovilizado imagina que el tú más grande dentro de tu cuerpo físico está saliendo de él y que tú estás realmente realizando la acción propuesta. Si vas a caminar, imagina que estás caminando. No te veas caminar, SIENTE que estás caminando. Si vas a subir escaleras, SIENTE que estás subiendo las escaleras. No te visualices a tí mismo haciéndolo, siéntete haciéndolo. Si vas a estrechar la mano de un hombre, no te visualices estrechándole la mano, imagina a tu amigo de pie delante tuyo y dale la mano. Pero deja tus manos físicas inmovilizadas e imagina que tu mano más grande, que es tu mano imaginaria, está en realidad estrechándole la mano. Todo lo que necesitas hacer es imaginar que lo estás haciendo. Tú estás estirado en el tiempo, y lo que estás haciendo, que parece ser un sueño diurno controlado, es un acto efectivo en la dimensión más grande de tu ser. Estás efectivamente encontrando un evento cuatridimensionalmente antes de que lo encuentres aquí en las tres dimensiones del espacio, y tú no tienes que levantar un dedo para hacer que ese estado se de. Mi tercera manera de orar es simplemente sentirte agradecido. Si quiero algo, ya sea para mí o para otro, inmovilizo el cuerpo físico, entonces produzco el estado próximo al sueño y en ese estado sólo me siento feliz, me siento agradecido; agradecimiento que implica la realización de lo que quiero. Asumo la sensación del deseo cumplido y con la mente dominada por esa única sensación me voy a dormir. No tengo que hacer nada para que así sea, porque es así. Mi sensación del deseo cumplido implica que está hecho. Todas estas técnicas puedes utilizarlas y modificarlas para adaptarlas a tu temperamento. Pero debo hacer hincapié en la necesidad de inducir el estado de somnolencia en que puedas llegar a estar atento sin esfuerzo. Una sensación única domina la mente si oras con éxito. ¿Qué sentiría, ahora, si yo fuera lo que quiero ser? Cuando yo sé cómo sería la sensación entonces cierro los ojos y me pierdo en esa sensación única, y mi Yo dimensionalmente más grande entonces construye un puente de incidencia que me lleva de este momento presente al logro de mi estado de ánimo. Eso es todo lo que necesitas hacer.


 Pero la gente tiene la costumbre de menospreciar la importancia de las cosas simples. Somos criaturas de hábito y estamos lentamente aprendiendo a renunciar a nuestros conceptos previos, pero las cosas por las que antes vivíamos todavía de alguna manera influyen nuestro comportamiento. He aquí una historia de la Biblia que ilustra mi punto. Está recogido que Jesús dijo a sus discípulos que fueran al cruce y allí encontrarían un potro, un potro joven aún no montado por un hombre. Traerle el potro y si alguien pregunta, “¿Por qué tomas este potro?” decirle: “El Señor lo necesita.” Fueron al cruce y hallaron el potro e hicieron exactamente como se les dijo. Ellos trajeron el burro desbridado a Jesús y Él lo montó triunfalmente en Jerusalén. La historia no tiene nada que ver con un hombre montado en un pequeño pollino. Tú eres el Jesús de la historia. El potro es el estado de ánimo que vas a asumir. Ese es el animal vivo no montado aún por tí. ¿Cuál sería la sensación si realizaras tu deseo? Una nueva sensación, como un joven potro, es una cosa muy difícil de montar a menos que lo montes con una mente disciplinada. Si no me mantengo fiel al estado de ánimo el joven potro me tirará. Cada vez que te vuelves consciente de que no eres fiel a este estado de ánimo, has sido tirado del potro. Disciplina tu mente para que puedas permanecer fiel a un alto estado de ánimo y móntalo triunfalmente en Jerusalén, que es el cumplimiento, o la ciudad de la paz. Esta historia precede la fiesta de la Pascua (Paso). Si queremos pasar de nuestro estado presente al de nuestro ideal, debemos asumir que somos ya lo que queremos ser y seguir fieles a nuestra asunción, pues debemos mantener un alto estado de ánimo si queremos caminar con lo más alto. Una actitud mental fija, una sensación de que eso está hecho, lo hará así. Si camino como si lo fuera, pero de vez en cuando miro a ver si realmente es así, entonces me caigo de mi estado de ánimo o del burro. Si yo suspendiera el juicio como Pedro, podría caminar sobre el agua. Pedro empieza a caminar sobre el agua, y entonces comienza a mirar a su propio entendimiento y empieza a hundirse. La voz dijo: “Mira arriba, Pedro.” Pedro mira arriba y se levanta otra vez y sigue caminando sobre el agua. En lugar de mirar hacia abajo para ver si esto realmente va a materializarse en hecho, simplemente sabe que ya es así, sostén ese estado de ánimo y montarás el potro desbridado en la ciudad de Jerusalén. Todos nosotros debemos aprender a montar el animal directo a Jerusalén sin ayuda de ningún hombre. No necesitas a otro para ayudarte. Lo extraño es que cuando mantenemos el ánimo alto y no caemos, otros amortiguan los golpes. Extienden las hojas de palma delante de mí para amortiguar mi viaje. No tengo que preocuparme. Los choques serán suavizados mientras me mueva al cumplimiento de mi deseo. Mi elevado estado de ánimo despierta en los demás las ideas y acciones que tienden hacia la encarnación de mi estado de ánimo. Si caminas fiel a un elevado estado de ánimo, no habrá oposición y tampoco competencia. La prueba de un maestro o una enseñanza es estar basada en la fidelidad de lo enseñado. Me voy de aquí el domingo por la noche. Mantente fiel a esta instrucción. Si buscas causas fuera de la conciencia del hombre, entonces no te he convencido de la realidad de la conciencia. Si buscas excusas para el fracaso siempre las encontrarás, pues encuentras lo que buscas. Si buscas una excusa para el fracaso, la encontrarás en las estrellas, en los números, en la taza de té o en cualquier otro lugar más. La excusa no estará ahí, pero tú la encontrarás para justificar tu fracaso. Los hombres y las mujeres de negocios y profesionales exitosos saben que esta ley funciona. No lo descubrirás en grupos de chismes, pero lo descubrirás en corazones valientes. El eterno viaje del hombre es por un propósito: revelar al Padre. Él viene a hacer visible a su Padre. Y su Padre se hace visible en todas las cosas bellas de este mundo. Todas las cosas que son amables, que son de buena relación, monta en estas cosas, y no tengas tiempo para lo desagradable en este mundo, independientemente de lo que sea. Permaneced fieles al conocimiento de que vuestra conciencia, vuestra YO SOYdad, vuestra conciencia de ser conscientes de la única realidad, es la roca sobre la que todos los fenómenos pueden ser explicados. No hay explicación fuera de eso. No sé de ninguna concepción clara del origen de los fenómenos salvo que la conciencia es todo y todo es conciencia. Lo que buscas está ya alojado dentro de tí. Si no estuviera ahora dentro de tí la eternidad no podría desarrollarlo. Ningún estiramiento del tiempo sería lo suficientemente largo para evolucionar lo que no está potencialmente incluído en tí. Tú simplemente déjalo ser asumiendo que ya es visible en tu mundo, y permanece fiel a tu asunción. Se materializará en hecho. Tu Padre tiene innumerables modos de revelar tu asunción. Fija esto en tu mente y recuerda siempre, “Una asunción, aunque falsa, si es mantenida se materializará en hecho”. Tú y tu Padre sois uno y tu Padre es todo lo que fue, es y será. Por lo tanto lo que buscas ya lo eres, no puede nunca estar tanto lejos como tampoco cerca, pues la cercanía implica separación. El gran Pascal dijo, “Tú nunca me habrías buscado si no me hubieras ya encontrado.” Lo que ahora deseas ya lo tienes y lo buscas sólo porque ya lo has encontrado. Tú lo encuentras en forma de deseo. Es igual de real en forma de deseo como lo va a ser para tus órganos corporales. Eres ya eso que buscas y no tienes que cambiar a nadie sino a tí mismo a fin de expresarlo. Traducido por Javier Encina La conferencia original en inglés es LESSON 4 - NO ONE TO CHANGE BUT SELF (Neville Goddard 1948) http://nevilleenespanol.blogspot.com/

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